domingo, 22 de mayo de 2011

Entrenadores 2.0 (I)

Se acaba ya la temporada en el viejo continente, y a falta únicamente del colofón final con la misma de la Champions hemos visto como una revolución de fútbol, juventud, talento y atrevimiento a predominado en las ligas europeas. El Porto de Vilas Boas, el Borussia de Klöpp, el Ajax de De Boer, el Barça de Guardiola son los ejemplos más claros de que el fútbol está cambiando. El balón ha tomado una importancia máxima a la hora de llegar al objetivo.

De recogepelotas a líder
Pep fue un pionero a raíz de le Eurocopa de España donde el juego combinativo se alzó a cotas extremas y ello le llevo al ya famoso "sextete". La renovación le ha llevado este año a números espectaculares y, a falta de un partido, confirmar que es un equipo superlativo y prácticamente imposible de batir si le intentas disputar el balón.
A simple vista el juego del Barça se basa en la calidad de los "pequeñitos", pero lleva tras de sí un trabajo táctico de mucho nivel. En primer lugar la ocupación de espacios y la continua rotación entre los 3 de mediocampo y el "falso" delantero, si nos fijamos se asemeja bastante al juego que se realiza en fútbol sala. Los extremos jugando muy abiertos y cuando se meten hacia dentro unos laterales profundos. No arriesgar balones es la premisa y el toque corto para juntar rivales y buscar alejados el objetivo. A priori parece fácil, pero os reto a que lo intenteis en alguna "pachanga" con amigos, jugar de memoria lleva mucho trabajo.
El otro gran aspecto de Guardiola es el trabajo mental con los futbolistas, quizá este año algo más asequible, pues la motivación externa del "puto amo" era suficiente para motivar a unos jugadores que en 3 años han conseguido todo. El trabajo colectivo, la inexistencia de egos y la creencia en el estilo son las bases de un equipo que lleva 3 años maravillándonos con su fútbol. Gracias, en gran parte, a aquel chaval que le pedía la camiseta a Víctor Múñoz.... estoy seguro que si Víctor lo hubiese sabido el habría sido quien se moriría por el chándal de Pep.

El heredero
La figura que más ha crecido en el último año, aquel entrenador que ha logrado algo que parecía inalcanzable, igualar a Mourinho en el Porto no es nada fácil y él lo ha hecho. André Vilas-Boas, ese entrenador que se metió en el mundo del fútbol gracias a una carta al entonces entrenador del Porto, Bobby Robson. 19 años y le sugirió que cambiase la forma de jugar del delantero estrella, Domingos Paciencia (se enfrentó en la final de Europa League ante él, era el entrenador del Braga); a Robson le gustó la idea y lo incorporó a su cuerpo técnico. Después bajo los pasos de Mourinho progresó y ahora, con tan solo 33 años, parece que puede superar a sus mentores. Tiene todo, el trabajo mental del portugués y el gran trabajo futbolístico del inglés. Es una versión mejorada de ambos y ya da sus frutos. El fútbol no es el más vistoso, pero el convencimiento de los jugadores en el juego es asombroso. Presión arriba, toque rápido, bandas abiertas, carrileros profundos y contundencia en medio campo son sus señas. En un año lo ha conseguido todo en Portugal y se ha elevado a Europa para enseñarlo, el reto empieza ahora para el joven entrenador luso. Tiene capacidad para mejorar lo logrado este año, Pinto da Costa le dará lo que pida y el objetivo de cara al año que viene no tiene que ser otro que trasladar la supremacía en tierras portuguesas a la Champions.

Fútbol, fútbol, fútbol
Mainz, 2001, Jurgen Klöpp deja la plantilla del equipo para pasar a ser el entrenador; medida precipitada, sobre todo si pensamos que estamos hablando de un equipo de una liga importante en Europa. El reto se le presentaba pronto al inexperimentado técnico, pero lo consiguió solventar con clase y con calidad, el fútbol fue su seña y la confianza en los jugadores jóvenes. Llegó a jugar la antigua UEFA con el equipo de la cuenca del Rin, pero tras el descenso y el no conseguir subir en una temporada hizo que aún con la confianza del presidente decidiera salir. Su próximo destino no iba a ser un camino de rosas, el Borussia necesitaba un cambio de rumbo y necesitaba un capitán de barco que les llevase a cotas altas, volver a reinar Alemania era primordial. Mantuvo sus bases y sus credenciales, quería jóvenes solventes, canteranos involucrados y confianza en el fútbol. Se llevó a uno de los centrales más prometedores de Europa del Mainz, Subotic; envió a Sahin al Feyenoord para que la gente se olvidase de él y recuperase su fútbol, perdido por la presión mediática; y poco a poco formó su equipo. Equipo que consiguió este año, la madurez de aquellos jóvenes y la aportación de gente como Barrios o Götze que marcó las diferencias. La movilidad en tres cuartos y la velocidad al contragolpe le han hecho grande, ahora le falta remarcarlo, la Europa League fue su gran lunar y la Champions del año que viene debe ser un objetivo para mostrarse aún tras la pérdida de gente importante.

1 comentario:

  1. Mucho futuro estos entrenadores jóvenes como Klopp o Villas Boas.

    Saludos desde CAVIAR DE FUTBOL

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